Cada 18 de junio, el mundo celebra el Día del Orgullo Autista, una fecha clave que se distingue del Día Mundial sobre la Concientización del Autismo (2 de abril). Mientras que este último busca dar a conocer la condición y sus cualidades, el Día del Orgullo Autista se centra en revalorizar a las personas con autismo, promoviendo el respeto y la aceptación de la neurodivergencia.
En ese contexto, ¿cómo se vive la fecha en Salta? «Este día a diferencia del 2 de abril no busca hablar de autismo, sino busca revalorizar a las personas con autismo a través del respeto y la aceptación de la neurodivergencia», señala Luis González, referente de Padres TEA Salta.
En su análisis, González comentó que, pese a los años transcurridos, los adultos autistas continúan enfrentando numerosas barreras: «Prácticamente 20 años después de que ellos propusieron esta fecha no se han tenido en cuenta a la hora de toma de decisiones públicas o de estado».
Una de las principales dificultades es la inclusión escolar, que suele ser la primera barrera significativa. Sin embargo, a medida que las personas autistas llegan a la adultez, surgen nuevos desafíos. «Lo que es la inclusión escolar es la primera barrera con la que se encuentran y ya siendo adultos autistas la falta de comprensión», explicó González sumando la alarmante «falta de política pública y de estado y la estigmatización», factores que impiden un desarrollo pleno e inclusivo.Estos impedimentos fueron algo que lamentó para el desarrollo profesional. «Son personas que pueden trabajar normalmente o tranquilamente teniendo los apoyos necesarios. Recuerden que el autismo es una condición de vida, se nace, se vive y se muere con autismo, no hay que olvidarse de eso», aclara González, desmitificando la idea de que el autismo es una limitación para el desempeño laboral.
Mirando el vacio medio lleno, ponderó que en Salta, afortunadamente, se observa un creciente nivel de conciencia sobre el autismo. «Como salteños, hemos aprendido a tomar más conocimiento del autismo, afortunadamente hace tiempo que se viene hablando de autismo. Afortunadamente también los adultos autistas se están visibilizando», destacó mencionando este avance como un paso positivo, pero no exime de la necesidad de un trabajo mucho más profundo para erradicar las barreras restantes.
Por último, reiteró que a pesar de los avances en la conversación, persisten las desigualdades. «Se viene hablando, pero siempre está faltando la falta de desconocimiento, el tema de la escuela, el tema de la falta de oportunidades, más en contexto social y económico en el que estamos viviendo», concluyó González.
«El mensaje final es de más respeto y la aceptación para las personas con autismo»
