Carlos Abán, creador de la zamba carpera y alma de las carpas tradicionales, falleció a los 94 años dejando un legado imborrable.
El folclore salteño perdió a una de sus figuras más emblemáticas, Carlos Abán, músico, bandoneonista y pionero del carnaval, falleció a los 94 años dejando una huella imborrable en la cultura popular. Conocido como “El diablo mayor del carnaval”, fue el creador de la zamba carpera y un referente en la organización de las tradicionales carpas salteñas.
Nacido en La Viña en 1929, creció en Chicoana, donde el paisaje de tabacales y campos marcó su identidad. En 1963 partió a Buenos Aires, donde pasó cuatro décadas difundiendo su música, pero nunca dejó de añorar su tierra natal.
Su amor por el carnaval lo llevó a fundar La Cerrillana en 1962, una de las carpas más icónicas de Salta, y a organizar el primer concurso de la baguala, descubriendo talentos como Balvina Ramos. Sin embargo, su lucha no fue solo artística, sino también cultural, defendió la esencia de las carpas ante las restricciones de las autoridades, aunque finalmente tuvo que cerrar.
Junto a Horacio Aguirre, Abán creó la zamba carpera, un ritmo más ágil y festivo que se convirtió en emblema de la música del norte argentino. Su legado quedó plasmado en un pequeño museo en Salta y fue reconocido por la Academia Nacional del Folclore en 2019.
Este domingo, Chicoana despidió a uno de sus hijos más ilustres. Su música seguirá viva en cada carnaval, en cada pañuelo que se revolee al compás de una zamba carpera.