El concejal de los escenarios: José García y un nuevo capítulo de comedia

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El edil volvió a cantar en el Recinto de Sesiones ante la sorpresa de varios. Su bufonesco comportamiento lo muestra como un fiel reflejo de la degradación de la política en Salta.

Un nuevo papelón tuvo lugar en el Concejo Deliberante, cuando el concejal saencista, José García, decidió ponerse a cantar en medio de su alocución. El cruce de miradas entre distintos ediles llamó la atención de todos.

El cantante y edil volvió a estar en el centro de la escena, pero no por una destacada participación legislativa, con proyectos de Ordenanzas que le resuelvan, aunque sea un poco, la vida de los salteños, si no por su bufonesco comportamiento en el Recinto de sesiones.

Como si fuera un popurrí musical, José García entrelazó variados temas, mezcló posiciones ideológicas y saltó en la argumentación de un lado a otro, despertando risas, cuando decidió ponerse a cantar. En ese momento, algunas de sus colegas hicieron lo posible por contener la risa en medio del Recinto.

Antes de cantar, dijo una ensalada de temas y recitó la canción “Como la cigarra”, escrita por María Elena Walsh, dedicada a “todos los que se quedaron sin trabajo, los artistas que perdieron sus derechos y a los vecinos de los barrios populares”. Acto seguido, la cantó a capella.

La conducta del ex participante de Operación Triunfo generó en un sinfín de situaciones que han afectado la imagen del cuerpo deliberativo y la seriedad de sus sesiones.

Si el cuerpo tuviera una conducción seria, ya debería haberle dicho que el Concejo no es un reality show, si no un lugar para mejorar la calidad de vida los vecinos. Darío Medile, como presidente, vuelve a mostrar que no está a la altura de su cargo.

La ciudadanía comienza a preguntarse si las intenciones del concejal están alineadas con el bienestar de la comunidad o si se trata de una estrategia para atraer atención mediática. Lo cierto es que cada nuevo papelón parece eclipsar la función principal del Concejo: legislar y tomar decisiones importantes para el bienestar de la ciudad.

Es evidente que José García deberá reconsiderar su postura si desea mantener la confianza de sus votantes, ya que, hasta el momento, los constantes escándalos no han hecho más que exponer su nula gestión. Su bufonesco comportamiento lo muestra como un exponente de la política vuelta espectáculo, aunque en versión degradada de la década de los 90.

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