La diputada provincial por Rosario de Lerma se unió al “Frente Liberal Salteño” debido a los destratos recibidos por parte de Carlos Zapata, Alfredo Olmedo y Emilia Orozco. “No me sentía parte”, aseguró. El pasado viernes se presentó el Frente Liberal Salteño, una nueva agrupación política que, aunque comparte ideas liberales, no se identifica con La Libertad Avanza, el partido del presidente Javier Milei. La agrupación asegura que su objetivo será «apoyar el proceso de transformación de la provincia, generando nuevas oportunidades y las condiciones necesarias para su desarrollo». Griselda Galleguillos, celebró su incorporación al nuevo frente político y explicó que se “casó con la gente y no con un partido político”.
“Representaba a un bloque del olmedismo, y con Zapata, que es su titular, no tengo buen vínculo. Con Olmedo y Orozco tuve poco diálogo. El punto clave para irme fue cuando Karina Milei visitó la provincia, donde me sentaron en la tercera fila, mientras que a otros los pusieron adelante. Cuando sacaron la foto, no me dejaron estar”, detalló.
En ese sentido, Galleguillos advirtió sobre una Libertad Avanza “con mucho hermetismo” que no es representada solo por tres personas. “No me hacían sentir parte, y cada vez la relación era más distante. El reclamo se lo hice a Zapata y Olmedo, pero no hubo voluntad de mejorar la relación”, señaló.“No podía seguir en un lugar donde no estoy cómoda ni soy bienvenida. La Libertad Avanza debería ser un espacio de puertas abiertas, pero no valoran a quienes pusimos los dientes y la cara por ellos”, remarcó, y recordó que, cuando tuvo un enfrentamiento con la diputada Villamayor, “nadie se puso a disposición ni la defendió”.
La diputada aceptó integrar el nuevo frente, junto a Alberto Castillo. “Al principio me hizo ruido, pero me pareció interesante porque hacía falta un espacio abierto para seguir siendo una oposición constructiva al Gobierno Provincial”, concluyó.