«Impuesto injusto, confiscatorio, con alícuotas obscenas»: El campo volvió a pedir el fin de las retenciones

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El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás del Pino, ofreció hoy un discurso en el acto inaugural oficial de la 137° Exposición Rural, destacando la importancia del sector agropecuario como motor del país y marcando la posición de la entidad frente al Gobierno. Su alocución, enmarcada en un tono «realista», repasó los avances logrados y los desafíos pendientes.

Del Pino comenzó su intervención señalando la elección de un enfoque «realista» para su discurso. «Desde Aristóteles, que fue el primero en decirlo, todos sabemos que la única verdad es la realidad», afirmó, reconociendo progresos recientes en el país, pero sin dejar de señalar las tareas pendientes. Remarcó el compromiso de la SRA con el desarrollo nacional: «Cumpliendo con ese lema, la sociedad rural argentina siempre va a ser parte de la solución y jamás será parte del problema».

El presidente de la SRA hizo hincapié en el rol fundamental del campo. «Producimos alimentos, somos generadores de trabajo y arraigo y agregamos valor de forma sostenible a las materias primas», detalló. Subrayó la capacidad productiva del sector y sus aspiraciones: «Sabemos qué hacer y nos gusta nuestro trabajo. Solo pedimos que nos dejen hacerlo sin más adversidades que del que de la naturaleza». En este contexto, citó al Papa Francisco: «Nadie se salva solo», y reafirmó el «compromiso colectivo de preservar en el trabajo responsable en el campo».

En cuanto a la relación con el Gobierno, Del Pino enfatizó la postura no partidaria del sector: «En el terreno de las alianzas, sin embargo, el campo no es un aliado partidario, es exclusivamente un aliado de la Argentina». El líder ruralista detalló las condiciones que el campo necesita para explotar su potencial: «Si tuviéramos las condiciones adecuadas, podríamos producir más del doble de lo que producimos». Mencionó la necesidad de reducir la carga impositiva, con especial énfasis en la eliminación de las retenciones, a las que calificó de «impuesto injusto, confiscatorio, con alícuotas obscenas que llegan al 33%». También pidió suprimir las superposiciones impositivas, como Ingresos Brutos y tasas viales que no se utilizan para mejorar caminos.

Del Pino abordó la necesidad de estímulo al crédito a largo plazo, la creación de un marco legal para la inversión extranjera y el fortalecimiento de la seguridad rural. «El campo argentino en este momento ya no es más el lugar pacífico y tranquilo que supo ser», alertó, pidiendo más personal de seguridad y fiscalías especializadas en delitos rurales. También se refirió a la reforma laboral, buscando flexibilidad para las empresas y seguridad para los trabajadores. Destacó la colaboración de la SRA en la creación de un fondo de cese laboral y la firma de un convenio con el Ministerio de Capital Humano para brindar atención exclusiva a trabajadores rurales.

El discurso también se centró en aspectos clave de infraestructura y sanidad. Del Pino demandó obras que permitan una vida digna y un transporte eficiente en el campo, con un enfoque particular en el mantenimiento de la hidrovía. Exigió que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) continúe dedicándose a la investigación y el desarrollo, y que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) se reorganice para alcanzar «un nivel técnico de excelencia». En relación con la ganadería, la SRA busca lograr el estatus de país libre de aftosa sin vacunación, lo que «nos posicionará en los mercados de mayor volumen del mundo».

Hacia el cierre de su intervención, Del Pino se refirió nuevamente a las retenciones, cuestionando su destino: «¿Qué mejora al campo o la situación del país se ha logrado con toda esa cantidad de dinero?». Las calificó como «una calamidad producida por los propios responsables de administrar y hacer crecer el país. Son peores que la peste, la inundación o la sequía». Sin embargo, reconoció los avances de este último año, como la eliminación de retenciones en producciones regionales, lechería y porcinos, y la reducción temporal para algunos granos.

Finalmente, el presidente de la SRA reiteró el apoyo de la entidad a la «defensa de las instituciones republicanas» y la independencia de los poderes del Estado. Resaltó el acompañamiento a la política de desregulación y transformación del Estado, el respeto a la propiedad privada y la baja de la inflación. Del Pino concluyó con una visión optimista, si se brindan las condiciones adecuadas: «Si al campo se le brinda en condiciones adecuadas, se va a producir un crecimiento tal en oferta de bienes y trabajo que en definitivamente terminará dando de no solo alimentos, sino también un futuro».

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