La diputada por Rosario de Lerma redobló su postura tras la aprobación de una cuestión de privilegio en su contra. Aseguró ser víctima de persecución política y promete no callarse.la diputada por Rosario de Lerma, Griselda Galleguillos, habló luego de que sus colegas aprobaran una cuestión de privilegio en su contra, en respuesta a sus declaraciones donde calificó al recinto como un “espacio de inútiles, parásitos, ñoquis y asesores truchos”.
Lejos de retractarse, Galleguillos afirmó que es víctima de una persecución política por parte de sus pares, especialmente diputadas mujeres, y señaló que sus propuestas legislativas no son siquiera debatidas. Entre ellas, mencionó un proyecto para eliminar la bicameralidad en la provincia y reducir los gastos legislativos, que ni siquiera obtuvo dictamen.
“Si me callan, si pretenden quitarme el uso de la palabra durante tres sesiones, yo llevo micrófonos y mi parlantes. Y si me quieren sacar, que me saquen con la policía, porque yo voy a defender a la gente. No es una cuestión mía personal”, advirtió la diputada en declaraciones recientes.La diputada también criticó lo que considera un doble estándar dentro del recinto, recordando un episodio con la diputada Villamayor. “Ella me amenazó con bajarme los dientes y nadie pidió una cuestión de privilegio contra ella. Tuve que hacerlo yo misma y no le dieron curso”, denunció.
Galleguillos admitió que desconoce aún cuál será la sanción concreta que se le aplicará. “Estoy con un pie adentro y otro afuera”, expresó. Las sanciones posibles van desde la suspensión en el uso de la palabra durante varias sesiones hasta un eventual apartamiento del cargo.
Finalmente, subrayó que no está “aferrada al cargo” y que su lugar en la Legislatura “se lo debe a la gente, no a los acuerdos políticos”. Calificó como antidemocrática la reacción del cuerpo legislativo y sostuvo que este tipo de medidas buscan amedrentar su accionar político.