El candidato más votado en las últimas elecciones, Miguel Nina, en diálogo con Profesional se refirió a la situación financiera en la que se encuentra la Universidad, mientras espera por el ballotaje.
La Universidad Nacional de Salta (UNSa) ya se encamina hacia el balotaje para definir la conducción del rectorado durante los próximos tres años, luego de los últimos resultados en donde la fórmula Miguel Nina- María Rita Martearena, se posicionó en primer lugar con el 39,37% de los votos, mientras que en segundo lugar quedó el oficialismo de Daniel Hoyos – Nicolás Innamorato, con 31,07% ponderado.
El candidato a rector, Miguel Nina, comentó que previo a la votación “todas las alternativas que habíamos evaluado nos mostraban que estábamos dentro del ballotaje”. Además sostuvo que los buenos resultados se deben a que sus propuestas se diferencian de las del oficialismo en lo que refiere “al gobierno universitario y la gestión universitaria”.
“Planteamos un gobierno que trabaje de la mano con el Consejo Superior de la Universidad, con más diálogo con todas las unidades académicas y buscando los consensos. Y desde el punto de vista de la gestión pensamos que hay que avanzar hacia otras visiones que debería tener la universidad, más considerando los nuevos desafíos desde el conocimiento y las tecnología: pensamos que es necesaria la creación de carreras cortas, carreras a distancias, que las carreras tradicionales tengan titulación intermedia y una modernización de los planes de estudio de la Universidad”, explicó Nina.
También se refirió al estado financiero de la universidad: “vamos a tener que ver cuál es el estado real de las cuentas de la universidad a partir del 11 de mayo si es que nos toca conducir la universidad para tomar decisiones, y por otra parte vamos a tener que trabajar desde el punto de vista externo con la gente de Capital Humano y tratar de consensuar”.
En este sentido, Nina cuestionó la falta de transparencia de la actual gestión en la universidad y aseguró que “hace dos años que no tenemos presupuesto aprobado en la universidad, no se aprobó porque hubo observaciones en el Consejo Superior y hoy seguimos con una prorroga desde el 2022. Hay que tener un presupuesto, aunque un presupuesto que tiene muchas debilidades porque evidentemente no cierran las cuentas dentro de la universidad”.
“Tenemos problemas de financiamiento interno que han afectado a la universidad y, por otro, lado hay problemas externos con la políticas del gobierno (nacional)”, concluyó el candidato más votado, mientras espera la segunda vuelta de las elecciones.